Tras esta “inmersión” en el interesante mundo de la Domótica, ya conoces las distintas aplicaciones que puede tener en nuestra vida y el modo en que puede ayudar a los clientes que habéis visto mejorando su calidad de vida, al menos durante el tiempo que están en su casa.
Piensa que estas aplicaciones domóticas se pueden extender a todo tipo de personas- no sólo a estos clientes- y también a cualquier tipo de edificios: oficinas, centros comerciales, instituciones públicas,… Basta con efectuar un estudio “un poco más exhaustivo” que el que habéis realizado y evaluar sus costes.
¿Se te ocurre alguna aplicación domótica que no hayas estudiado, que no se le haya ocurrido a nadie antes? ¡Quizá podrías patentarla!